Descripción y fotos de las rutas que hemos realizado por España y parte del extranjero.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Glaciar de Argentière (02-08-2011)

Distancia: Unos 8 Km.
Cota mínima: La Croix de Lognan 1.970 m.
Cota máxima: Aiguille des Grands Montets 3.295 m.
Desnivel: 1.325 m. de bajada todo.
Dificultad técnica: Tiene su cosilla. Al ser glaciar siempre hay q encordarse. Algunos tramos equipados con clavijas planas y un par de escaleras.
Material usado: Cuerda, arnés, crampones, piolet.
 
Si hay algo de la montaña que nos alucina son los glaciares. Este año fuimos a los Alpes con la intención de hacer alguna pateada por glaciar. Otros años los habíamos visto desde arriba o desde el borde, pero nunca los habíamos “pisado”, en parte por falta de equipo y también por miedo y desconocimiento de los peligros que podíamos encontrarnos. Este año, con algo de experiencia con los crampones a nuestras espaldas o más bien a nuestros pies, nos atrevimos con una ruta por glaciar y no hacer mucho el ridículo, eso sí decidimos contratar un guía de la zona que nos fuera introduciendo en la materia. Hay que empezar poco a poco joer!!!!

Así fue como contactamos con Patrick, un guía de Vallorcine, con poca experiencia (sólo 35 años como guía y jovencito 60 años de edad, jajaja). Ya nos gustaría a nosotros estar como él a su edad, y a la nuestra que coño, jajaja. Vaya paliza que nos dio el cabronazo, ahora que no nos escucha, jajaja. Una máquina total.


Así que quedamos con él a tomar unas cervezas y hablar sobre el asunto. Nosotros llevábamos la idea de hacer una travesía desde el Aiguille du Midi hasta Punta Helbronner atravesando todo el Valle Blanche y luego volver en el teleférico. Habíamos visto fotos de la zona y nos apetecía hacerla. Pero a medida que íbamos hablando con él fuimos cambiando de idea, principalmente porque nos comentó que en esta época del año esta zona concreta está muy masificada, sobretodo por turistas, y en ocasiones para volver en el teleférico tienes que esperar más de dos horas. También nos explicó que toda esta zona estaba cubierta de nieve y que casi no íbamos a pisar hielo, ni a poder practicar la progresión y escalada en glaciar, que es lo que en realidad nos interesaba. Por otra parte, nosotros tampoco ocultamos que nuestra experiencia en alta montaña es escasa y nos llevamos la impresión de que le daba un poco de “yuyu” meternos por la arista del Aiguille du Midi así por las buenas, jejeje, donde un mal paso es mortal de necesidad. Entonces nos propuso hacer una travesía por el glaciar de Argentiere. Nosotros habíamos visto fotos del circo donde nace y la verdad es que toda la zona es ALUCINANTE, de hecho teníamos pensado hacer alguna ruta por allí.


Bueno, después de todo este rollo que os he soltao vayamos al grano.


Quedamos con Patrick a las ocho de la mañana en el teleférico situado en el pueblo de Argentiere (1250m) y que te sube hasta les Grands Montets (3295m), punto de inicio de nuestra ruta, pasando antes por la estación intermedia de Lognan (1970m), punto de destino de la travesía.


Una vez arriba empezamos a ponernos todos los archiperres, en lo cual tardamos un rato. La casualidad hizo que coincidiéramos con un grupo que estaba filmando no sé el que con una cámara de las de verdad. No si igual salimos en la tele y todo, juasss. Aquí lo podeis ver. 







Así que empezamos a bajar desde el Col des Grands Montets por el glaciar de Rognons, que a esta altitud, según nos dijo el guía, está siempre cubierto de nieve. Pero no hay que olvidar que debajo hay glaciar y existe el riesgo de caerse por algún puente de nieve que ceda, de hecho la huella que ya estaba hecha pasaba cerca de algún agujeraco. De esto no tenemos fotos por que nos quitamos de en medio cagando leches.

El paisaje desde aquí arriba es increíble. De frente según bajábamos las agujas de Chardonnet (3824m) y Argentiere (3900m).






Nos comentó Patrick que hace 20 años el glaciar situado entre los dos picos llegaba a juntarse con el glacier de Argentiere. A pesar del retroceso de los glaciares el paisaje sigue siendo impresionante.

A nuestra derecha todo el circo de Argentiere con el Mont Dolent (3823m) de testigo.






A nuestras espaldas la Aiguille Verte (4122m). De hecho en el telecabina subieron con nosotros unos montañeros que tiraron parriba.    




Según parece para evitar problemas con posibles avalanchas, que en esta zona no son infrecuentes, hay que tirar hacia la isla de roca que se ve abajo en esta foto. Si tiras más hacia la derecha la cosa puede complicarse.






Como les pasó a éstos de la foto:




El camino correcto te lleva directamente a la denominada morrena des Rognons, donde nos quitamos los crampones, por el momento.




Aquí hay algunas zonas de terreno descompuesto donde hay que ir con cuidado de no plantar culo, jejeje. Sobre todo si vas admirando el paisaje como nosotros.




También había tiempo para relajarse y comer algo.









Empezamos otra vez a bajar al lado de la lengua del glaciar siguiendo unos “puntazos” amarillos pintados en la roca y que te van indicando el camino y que están situados en sitios “estratégicos”. 
































El camino se va complicando, en tramos nos encontramos pasos equipados con clavijas planas y hasta tuvimos que bajar por unas escaleras.









Llega un momento en que el camino se adentra en el glaciar, donde aprovechamos para buscar un buen sitio para comer y descansar un rato antes de practicar el “ice climbing” como decía él.











De ahí veníamos.




Dentro de un glaciar se encuentran buenos lugares donde jugar al escondite, jajaja.




Y llega el momento de la verdad juasssss. Que estilazo!!!!




El Bon tiene un estilo un poco rarito no? 




Pero efectivo, aunque le costó lo suyo por falta de buena técnica.



Así es como se hace.



A medida que íbamos de una pared a otra íbamos practicando la progresión en hielo: en diagonal, pies de pato, puntas delanteras, cambios de dirección, parriba, pabajo... etc.

Nos atrevimos con alguna pared de hielo más larga.






La verdad es que terminamos molidos. No estábamos acostumbrados a estas técnicas y nos cansamos un montón. Pero bueno, mereció la pena.

Antes de irnos aprovecharnos para hacer más fotos y para acordarnos d tod@s los ordesan@s.






El camino de vuelta lo hicimos durante un buen rato por la lengua del glaciar, que en esta zona es prácticamente plano. Sólo hay que tener cuidado de no pasar muy cerca de las grietas, no sea que se dé un mal paso y te cueles dentro.




Al final terminas saliendo al camino, a una altitud aproximada de 2340 m.





Que discurre paralelo al glaciar durante un trecho.




Luego, al poco, se separa de él para dirigirse al Refugio de Lognan (2030m), aunque nosotros nos desviamos a la izquierda antes de llegar para ir a la estación del teleférico de la Croix de Lognan (1970m) y desde ahí hasta el pueblo de Argentiere. 

Una foto de dónde veníamos. 




Luego los tres nos tomamos unas merecidas cervezas en el pueblo. La verdad es que hizo un día esplendido, muy soleado, sin una nube, hasta pasamos un poco de calor ya al final. Eso sí, la paliza fue considerable, sobre todo practicando las técnicas en el glaciar. De hecho tuvimos que tomarnos varios días de descanso por la agujetas, jajaja.

lunes, 22 de agosto de 2011

Grand Balcon Nord (Plan De L’Aiguille-Montenvers) (1-8-2011)


Distancia: unos 6 Km. (ida).
Cota mínima: Montenvers 1.910 m.
Cota máxima: Plan d´ Aiguille 2.310 m.
Desnivel: 400 m.de bajada y 200 de subida.
Dificultad técnica: Excursión sencilla y muy transitada.
Material usado: Bastones. Pero tampoco son indispensables.

En el verano de 2009 estuvimos por los Alpes del Valais, en Suiza, y uno de los días nos acercamos hasta Chamonix para subir hasta el lago blanco y hacer parte del llamado Balcón Sur. La panorámica del Macizo del Mont Blanc desde allí es maravillosa por cierto. Dos años después nos apetecía hacer el Balcón Norte que discurre por el lado opuesto del valle, justo por debajo de las Agujas de Chamonix, entre el Plan de l’Aiguille y Montenvers.

Como el día anterior ya estuvimos haciendo la ruta del refugio Alberto I y para mañana teníamos pensada otra, que iba a ser el plato fuerte de las vacaciones, decidimos usar remonte mecánico para subir y tren para bajar, con lo cual la ruta se queda en una caminata prácticamente llana y sin dificultad, lo que ayuda a disfrutar más aún si cabe de las vistas del entorno. Así se las ponían a Fernando VII, jajaja, como el famoso dicho….

La ruta empieza en el Plan de Aiguille (2310m) estación intermedia del teleférico que sube hasta el Aiguille du Midi (3795m). Aquí existe un ascensor que te sube hasta el mismo pico a 3842 m. La verdad es que parece mentira que se haya podido construir algo así en este sitio tan escarpado. Eso sí, la panorámica desde aquí hacia todos lados es la leche, empezando por la propia arista del Aiguille du Midi que quita la respiración, el Dent du Geant y su glaciar, el Valle Blanche, la arista de los Cosmiques, el Mont Blanc y su hermano pequeño Du Tacul, El Mont Maudit, El glaciar des Bossons en su caída vertiginosa hacia Chamonix, El Dome y la Aiguille du Gouter, en fin, podría seguir enumerando y no acabaría nunca. Ahí van unas cuantas fotillos de las muchas que sacamos y es que estuvimos casi dos horas allí arriba. Se me olvidaba, se ve hasta el Cervino y el Monte Rosa.


























Aquí puede verse a unos pardos buscando el tesoro de barbaroja en el interior de una crevasse.

 














Aquí el campamento base a los pies del refugio de les Cosmiques.

















Cuando estábamos al borde de la arista de les Cosmiques había unos montañeros franceses que estaban llegando de hacerla.

















También hay gente que deja flipaos a los turistas haciendo escalada alli mismo.

 



















Bueno, casi que tuvimos que hacer acto de fe para irnos de allí, eso si, nos fuimos más contentos que unas pascuas, jajaja. También se puede seguir “domingueando” y coger otro teleférico que atraviesa todo el Valle Blanche hasta Punta Helbronner en la frontera con Italia y disfrutar de las vistas sobre el Glaciar de Geant. Pero eso mejor preferimos hacerlo andando, pero ya otro año, jajaja.

De vuelta en la estación intermedia del Plan de l’Aiguille (2310m) tenemos que bajar un poco hasta el Chalet du Plan de l’Aiguille (2200m) que es donde conectamos con el camino del Grand Balcon Nord, pero antes una mirada hacia dónde veníamos. 


































Llegando al citado chalet después de poco menos de media hora giramos a la derecha, hacia el Norte, enfilando hacia la Aiguille Verte y Les Drus. Hasta Montenvers son unas dos horas.
















Al ser una ruta sencilla está muy transitada, así que nos "jinchamos" a decir hola, bonjour, hello y de tó. Ya cansaba un poco jolín.

Abajo en todo momento Chamonix y en frente la zona del Brevent y las Aiguilles Rouges.
















Una miradita atrás hacia los “Gouteres”.
















El camino va siempre a los pies de las Agujas de Chamonix, que tienen nombres de lo más exótico (Aguja del Cocodrilo, del Caimán) y alguna uno más patriótico como l’Aiguille de la Republique. Yo soy incapaz de diferenciarlas, jajaja.















Se llega a un cruce a 2070 metros de altitud más o menos. A la izquierda bajaríamos directamente hasta la estación de tren de Montenvers y por la derecha llegaríamos al mismo sitio pero dando un rodeo que sube hasta la denominada “Signal Forbes” a 2200m desde donde hay una vista especialmente bonita de la Mer de Glace.

Y de repente, como por arte de magia, aparece este coloso.
















Casi nos caemos de espaldas. La imagen de Les Drus desde aquí es de lo más bonito que se puede ver en los Alpes.

La cámara echaba chispas.





















Pero todavía nos quedaba por ver La Mer de Glace, con Les Jorases al fondo.


















Como datos curiosos decir que el glaciar tiene 200 metros de profundidad, 7 kilómetros de largo y que avanza de media un centímetro a la hora. Según parece su nombre procede de las características franjas transversales u "olas" que se forman en su bajada. La verdad es que se nota que ha menguado bastante en los últimos tiempos, hace 150 años debía de tener el doble de profundidad y llegaba hasta donde acaba la zona erosionada. De hecho a principios del siglo XVIII en Chamonix hacían procesiones para pedir que el glaciar no siguiera avanzando.

Después de comernos el bocata, que ya hacía hambre, bajamos hacia la zona de Montenvers, donde hay un hotel, estación de tren, museo de cristales, tienda de regalos, visita a gruta helada y BAR, del cual hicimos uso ya al final, pero antes nos acercamos a ver las famosas escaleras que te bajan hasta el pie del glaciar y que es punto de partida de numerosas travesías glaciares. Una de ellas une los refugios de Couverecle, Leschaux, Renquin y d’Envers en varias etapas y que debe ser la hostia en verso. 

Nosotros no bajamos, por que bajar pa na es tontería. Además coincidía que justo ese día había una romería por la zona, así que nada, tira pal bar.


















Y vuelta a Chamonix en el trenecito.

















Al día siguiente nos esperaba el "tesoro de la corona" debíamos madrugar bastante. Continuará...