Distancia: Aproximadamente 8 Km.
Cota mínima: Nid d´Aigle 2.370 m
Cota máxima: Tete Rousse 3.170 m.
Desnivel: 800 m.
Dificultad técnica: Sencilla (no tiene pasos complicados al menos en verano). Hay q atravesar un poco d glaciar.
Material usado: Bastones y crampones.Dificultad técnica: Sencilla (no tiene pasos complicados al menos en verano). Hay q atravesar un poco d glaciar.
Se trata de la primera etapa de la ruta normal al Mont Blanc, aunque hay mucha gente que en el primer día de ascensión llega hasta el Refugio de Gouter, casi 700 metros más arriba. Nosotros como teníamos que volver en el mismo día nos conformamos con llegar hasta el Tete Rousse (3170m) y disfrutar desde allí de las vistas tan maravillosas que tiene, juasss.
Para compensar que el día anterior, en el que subimos al Aiguille Croche, hizo tan nublado, hoy ha amanecido totalmente despejado aunque con bastante frío. La cámara va a ardeeeeeeeeeerrrrrrrrrr!!!!!!!!!!!
Para llegar al Nid d’Aigle (2370 m) o Nido del Águila se toma un tren de cremallera que sale desde el pueblo de Le Fayet y tiene paradas en Saint Gervais les Bains, Col de Voza y Bellevue. Nosotros cogimos el primer tren del día en Saint Gervais, que es donde estábamos alojados, a eso de las 7:30 de la mañana y llegamos al Nid d’Aigle un poco después de las 8:30. Es un transporte muy usado, tanto por turistas como por montañeros y de hecho una vez que has llegado arriba tienes que reservar sitio para el tren de vuelta, al menos es así en temporada alta. A esta hora tan temprana no tuvimos ningún problema, la mayor parte de la gente subía con la intención de atacar el Mont Blanc y obviamente no pensaban bajar en el mismo día, jajaja. La hora que se tarda en llegar se nos pasó enseguida, debía ser por la emoción y el paisaje.
Así que una vez en el nido del pollo, perdón del Águila, y después de hacernos un poco los remolones para dar tiempo a que toda la procesión se alejara hacia arriba, remontamos el vuelo camino de la Tienda de Cabeza Rosa, gran jefe indio de la zona, jajaja. En la guía que llevábamos marcaba tres horas en subir y dos horas en bajar y nosotros a un ritmo muy tranquilo tardamos justamente eso, así que se puede hacer en bastante menos tiempo si hay necesidad.
Vistas desde el Nid d’Aigle.
El camino comienza siguiendo una pista ancha que es continuación de la vía del tren, pero al poco se toma una senda que sale a la izquierda y que toma altura decididamente. Si hubiéramos seguido recto se llegaría hasta un bar que han montado cerca de la lengua terminal del glaciar de Bionassay. Habrá que pasarse a la vuelta...
Este carricoche va cargado de cervezas derechito para allá.
El camino va trazando zetas y ganando altura rápidamente. Cada vez se divisa mejor la Aiguille de Bionassay y su glaciar y también la Aiguille de Gouter. Por esta zona abunda la cabra montes o “bouquetin” como dicen por aquí.
Hasta vimos una “cabra roja” que es endémica de la zona... jajajaja.
El camino gira a la izquierda para bordear la morrena del antiguo glaciar que bajaba desde el Tete Rousse y que ahora es un pedregal inmenso, con razón le llaman “Desert de Pierre-Ronde” o Desierto de Piedra Redonda
Al poco se llega a la cabaña de Rognes (2768m) que no está guardada pero que sirve para hacer noche dignamente. Aquí finaliza la considerada “parte segura” del camino al Mont Blanc. De hecho hay un cartel que te avisa que a partir de aquí hay riesgo de avalanchas desde el Tete Rousse y que no se aconseja salirse del camino. Nos hicimos los locos y seguimos parriba.
Ya de vuelta en Madrid nos enteramos que los años anteriores han estado drenando el glaciar del Tete Rousse, ya que debajo de el se estaba acumulando una cantidad importante de agua y había riesgo de colapso, lo cual podría causar graves consecuencias.
Si quereis más info podeis ver este video:
http://www.youtube.com/watch?v=pUp6d9kbMas
Y este reportaje:
http://www.barrabes.com/revista/noticias/2-6743/comienza-mont-blanc-drenaje-lago.html
El camino enfila ahora derechito hacia la Aiguille de Gouter. El camino va por el contrafuerte que asciende por su derecha.
A partir de aquí el camino se empina considerablemente y a tramos está equipado con cable en ciertas zonas más aéreas que con nieve o hielo pueden resultar peligrosas.
Las vistas son cada vez más impresionantes.
Ya estamos cerquita, podemos ver el refugio a la vera del glaciar.
Aquí había unos mendas que estaban colocando unos cables no sé muy bien para qué. Iban sin asegurarse ni ná, total pa que.
La verdad es que el refugio está colocado en un buen sitio.
Para llegar hasta él hay que atravesar el Glaciar de Tete Rousse, así que nos colocamos los crampones. Mucha gente lo cruzaba sin ellos porque hay buena huella sobre la nieve y es una zona más o menos plana.
Una vez al otro lado buscamos un buen sitio donde dar cuenta de los bocatas, que ya era hora, y disfrutar del paisaje. Entre bocado y bocado más fotos. El día engañaba, muy soleado, pero el aire venía fino, así que nos abrigamos con todo lo que traíamos.
El Refugio de Tete Rousse desde arriba. No tiene mala pinta, pero no llegamos a entrar por no quitarnos los pinchos.
Tirando de zoom vimos la famosa “bolera” por donde se atraviesa el “Grand Couloir” o Gran Corredor camino del Refugio del Gouter.
Aquí la gente cruza a toda prisa por que en cualquier momento pueden caer ñascos desde arriba y provocar un accidente. No sería la primera vez.
La verdad es que la caravana de gente que va o viene del Mont Blanc es interminable.
Muy a nuestro pesar tenemos que regresar. Un último vistazo al entorno.
El camino de bajada lo hicimos por el mismo sitio al de subida y tardamos unas dos horas.
Estas deben estar hasta los “cuernos” de ver montañeros. Mami y bambino.
Como llegamos con tiempo de sobra para coger el tren de vuelta nos acercamos hasta la lengua del Glaciar de Bionassay y allí estuvimos merendando, jajaja.
Tuvimos que esperar bastante al tren, que llegó con más de media hora de retraso. El abuelo d Bon que fue ferroviario hubiera puesto el grito en el cielo, jajaja.
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