Distancia: Unos 8 Km.
Cota mínima: La Croix de Lognan 1.970 m.
Cota máxima: Aiguille des Grands Montets 3.295 m.
Desnivel: 1.325 m. de bajada todo.
Dificultad técnica: Tiene su cosilla. Al ser glaciar siempre hay q encordarse. Algunos tramos equipados con clavijas planas y un par de escaleras.
Dificultad técnica: Tiene su cosilla. Al ser glaciar siempre hay q encordarse. Algunos tramos equipados con clavijas planas y un par de escaleras.
Material usado: Cuerda, arnés, crampones, piolet.
Si hay algo de la montaña que nos alucina son los glaciares. Este año fuimos a los Alpes con la intención de hacer alguna pateada por glaciar. Otros años los habíamos visto desde arriba o desde el borde, pero nunca los habíamos “pisado”, en parte por falta de equipo y también por miedo y desconocimiento de los peligros que podíamos encontrarnos. Este año, con algo de experiencia con los crampones a nuestras espaldas o más bien a nuestros pies, nos atrevimos con una ruta por glaciar y no hacer mucho el ridículo, eso sí decidimos contratar un guía de la zona que nos fuera introduciendo en la materia. Hay que empezar poco a poco joer!!!! Así fue como contactamos con Patrick, un guía de Vallorcine, con poca experiencia (sólo 35 años como guía y jovencito 60 años de edad, jajaja). Ya nos gustaría a nosotros estar como él a su edad, y a la nuestra que coño, jajaja. Vaya paliza que nos dio el cabronazo, ahora que no nos escucha, jajaja. Una máquina total.
Así que quedamos con él a tomar unas cervezas y hablar sobre el asunto. Nosotros llevábamos la idea de hacer una travesía desde el Aiguille du Midi hasta Punta Helbronner atravesando todo el Valle Blanche y luego volver en el teleférico. Habíamos visto fotos de la zona y nos apetecía hacerla. Pero a medida que íbamos hablando con él fuimos cambiando de idea, principalmente porque nos comentó que en esta época del año esta zona concreta está muy masificada, sobretodo por turistas, y en ocasiones para volver en el teleférico tienes que esperar más de dos horas. También nos explicó que toda esta zona estaba cubierta de nieve y que casi no íbamos a pisar hielo, ni a poder practicar la progresión y escalada en glaciar, que es lo que en realidad nos interesaba. Por otra parte, nosotros tampoco ocultamos que nuestra experiencia en alta montaña es escasa y nos llevamos la impresión de que le daba un poco de “yuyu” meternos por la arista del Aiguille du Midi así por las buenas, jejeje, donde un mal paso es mortal de necesidad. Entonces nos propuso hacer una travesía por el glaciar de Argentiere. Nosotros habíamos visto fotos del circo donde nace y la verdad es que toda la zona es ALUCINANTE, de hecho teníamos pensado hacer alguna ruta por allí.
Bueno, después de todo este rollo que os he soltao vayamos al grano.
Quedamos con Patrick a las ocho de la mañana en el teleférico situado en el pueblo de Argentiere (1250m) y que te sube hasta les Grands Montets (3295m), punto de inicio de nuestra ruta, pasando antes por la estación intermedia de Lognan (1970m), punto de destino de la travesía.
Una vez arriba empezamos a ponernos todos los archiperres, en lo cual tardamos un rato. La casualidad hizo que coincidiéramos con un grupo que estaba filmando no sé el que con una cámara de las de verdad. No si igual salimos en la tele y todo, juasss. Aquí lo podeis ver.
Así que empezamos a bajar desde el Col des Grands Montets por el glaciar de Rognons, que a esta altitud, según nos dijo el guía, está siempre cubierto de nieve. Pero no hay que olvidar que debajo hay glaciar y existe el riesgo de caerse por algún puente de nieve que ceda, de hecho la huella que ya estaba hecha pasaba cerca de algún agujeraco. De esto no tenemos fotos por que nos quitamos de en medio cagando leches.
El paisaje desde aquí arriba es increíble. De frente según bajábamos las agujas de Chardonnet (3824m) y Argentiere (3900m).
Nos comentó Patrick que hace 20 años el glaciar situado entre los dos picos llegaba a juntarse con el glacier de Argentiere. A pesar del retroceso de los glaciares el paisaje sigue siendo impresionante.
A nuestra derecha todo el circo de Argentiere con el Mont Dolent (3823m) de testigo.
A nuestras espaldas la Aiguille Verte (4122m). De hecho en el telecabina subieron con nosotros unos montañeros que tiraron parriba.
Según parece para evitar problemas con posibles avalanchas, que en esta zona no son infrecuentes, hay que tirar hacia la isla de roca que se ve abajo en esta foto. Si tiras más hacia la derecha la cosa puede complicarse.
Como les pasó a éstos de la foto:
El camino correcto te lleva directamente a la denominada morrena des Rognons, donde nos quitamos los crampones, por el momento.
Aquí hay algunas zonas de terreno descompuesto donde hay que ir con cuidado de no plantar culo, jejeje. Sobre todo si vas admirando el paisaje como nosotros.
También había tiempo para relajarse y comer algo.
Empezamos otra vez a bajar al lado de la lengua del glaciar siguiendo unos “puntazos” amarillos pintados en la roca y que te van indicando el camino y que están situados en sitios “estratégicos”.
El camino se va complicando, en tramos nos encontramos pasos equipados con clavijas planas y hasta tuvimos que bajar por unas escaleras.
Llega un momento en que el camino se adentra en el glaciar, donde aprovechamos para buscar un buen sitio para comer y descansar un rato antes de practicar el “ice climbing” como decía él.
De ahí veníamos.
Dentro de un glaciar se encuentran buenos lugares donde jugar al escondite, jajaja.
Y llega el momento de la verdad juasssss. Que estilazo!!!!
El Bon tiene un estilo un poco rarito no?
Pero efectivo, aunque le costó lo suyo por falta de buena técnica.
Así es como se hace.
A medida que íbamos de una pared a otra íbamos practicando la progresión en hielo: en diagonal, pies de pato, puntas delanteras, cambios de dirección, parriba, pabajo... etc.
Nos atrevimos con alguna pared de hielo más larga.
La verdad es que terminamos molidos. No estábamos acostumbrados a estas técnicas y nos cansamos un montón. Pero bueno, mereció la pena.
Antes de irnos aprovecharnos para hacer más fotos y para acordarnos d tod@s los ordesan@s.
El camino de vuelta lo hicimos durante un buen rato por la lengua del glaciar, que en esta zona es prácticamente plano. Sólo hay que tener cuidado de no pasar muy cerca de las grietas, no sea que se dé un mal paso y te cueles dentro.
Al final terminas saliendo al camino, a una altitud aproximada de 2340 m.
Que discurre paralelo al glaciar durante un trecho.
Luego, al poco, se separa de él para dirigirse al Refugio de Lognan (2030m), aunque nosotros nos desviamos a la izquierda antes de llegar para ir a la estación del teleférico de la Croix de Lognan (1970m) y desde ahí hasta el pueblo de Argentiere.
Una foto de dónde veníamos.
Luego los tres nos tomamos unas merecidas cervezas en el pueblo. La verdad es que hizo un día esplendido, muy soleado, sin una nube, hasta pasamos un poco de calor ya al final. Eso sí, la paliza fue considerable, sobre todo practicando las técnicas en el glaciar. De hecho tuvimos que tomarnos varios días de descanso por la agujetas, jajaja.
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